Según la Inteligencia Artificial, una secta es “un grupo con un líder carismático que ejerce control total sobre sus miembros, aislándolos y manipulándolos”. La definición es correcta, pero le falta el peso de la historia: décadas, incluso siglos, en los que miles de personas en todo el mundo fueron atraídas y atrapadas por estructuras que rara vez tienen un final sencillo. Desde Charles Manson hasta la Masacre de Jonestown —el mayor suicidio colectivo de la historia, con casi mil personas muertas—, estos grupos interpelan a personas necesitadas, desorientadas y vulnerables, en busca de algo tan elemental como la fe. En Argentina, los especialistas prefieren llamarlos “grupos coercitivos”, porque el motor no es lo espiritual sino la persuasión extrema, el aislamiento y el con
Así es formar parte de una secta en Argentina: del milagro al terror

119