De un mate en la plaza a un evento multitudinario.
La historia de la “Juntada Fierrera” comenzó hace apenas unos años , cuando un pequeño grupo de amigos en General Roca se reunía a tomar mate y hablar de autos. “Nos dimos cuenta de que en la ciudad había muchos clásicos, pero nada que nos uniera para charlar y compartir. Así surgió la idea”, recuerda Maximiliano Silvestri.
Las primeras reuniones fueron íntimas, con pocos vehículos. Pero la pasión fue contagiosa: hoy, el segundo fin de semana de cada mes, las calles de la ciudad se llenan de historia sobre ruedas. Participan autos y motos con más de 25 o 30 años, sin importar marca, modelo o estado. “Queremos que todos se sientan parte. Hay autos impecables, otros en restauración y algunos de uso diario. El amor por los clásicos es el