Si vivís lidiando con molestias digestivas como hinchazón, pesadez o tránsito lento, quizás sea momento de revisar lo que estás poniendo en el plato. En ese camino, el amaranto aparece como una opción natural, nutritiva y respaldada por la ciencia. Este pseudocereal milenario, cultivado por los pueblos originarios de América, ofrece múltiples beneficios para el sistema digestivo gracias a su alto contenido de fibra y su capacidad para cuidar la microbiota intestinal.

Los beneficios del amaranto no se quedan solo en el aparato digestivo. También ayuda a reducir el colesterol, fortalecer los huesos y mejorar el aspecto de la piel. Pero es en el intestino donde realmente brilla: favorece una digestión más eficiente, previene el estreñimiento y contribuye al equilibrio de la flora i

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