El 0-4 contra Unión en Alta Córdoba todavía hace ruido en Instituto. Lo que dejó el viernes fue mucho más que una goleada: dejó bronca, incertidumbre y varias sillas que hoy tambalean.
Las horas posteriores al papelón fueron intensas. Hubo reuniones “picantes” entre dirigentes y cuerpo técnico. En una mesa, los que deciden puertas adentro; en otra, el propio capitán Fernando Alarcón sumado al intercambio en un hotel de la ciudad. El objetivo: entender cómo se cayó tan bajo en 45 minutos y cómo se levanta un equipo que mostró demasiadas grietas.
El nombre de Federico Bessone, manager del club, quedó inevitablemente en el centro de la escena. Su continuidad de cara a 2026 está bajo la lupa y el propio presidente Juan Manuel Cavagliatto lo sabe: esa misma noche se lo vio en una estación de