La ola de incendios forestales que azota el noroeste de España deja un balance devastador: 391.581 hectáreas calcinadas en lo que va de año, de las cuales casi 350.000 desde el 7 de agosto. La magnitud es tal que la superficie arrasada equivale a recorrer en coche la distancia entre Madrid y Valencia con todo el paisaje a ambos lados de la carretera completamente quemado.
El Ministerio del Interior contabiliza todavía 22 focos activos en nivel 2, el máximo de riesgo, que mantienen en vilo a varias comunidades. Uno de los más preocupantes sigue siendo el de Jarilla (Cáceres) , que ya ha calcinado 16.000 hectáreas y amenaza el valle del Jerte tras extenderse hacia Salamanca.
En Castilla y León, el incendio de Porto (Zamora) mantiene en peligro el entorno natural del lago de Sanabr