Galicia vive un verano marcado por las llamas y por una intensa ofensiva policial contra quienes prenden fuego al monte. Según la Delegación del Gobierno, ya son 11 las personas detenidas y otras 22 las que están siendo investigadas en distintos puntos de la comunidad como presuntas autoras de incendios forestales. El mensaje es contundente: iniciar un fuego puede tener consecuencias penales de hasta 20 años de prisión, en función de la gravedad de los daños ocasionados.

En este marco, uno de los episodios más significativos se produjo en Vilardevós (Orense), donde un incendio arrasó 578 hectáreas y obligó al confinamiento de dos localidades. El presunto responsable, un vecino de 47 años con antecedentes, fue detenido en el marco de la operación “Penas Lires” y ya ha ingresado en pr

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