Cada vez que un usuario habla con chatbots de inteligencia artificial, sus consultas se envían a centros de datos, donde un gran número de computadoras realizan cálculos rápidos y complejos para responder. Este proceso requiere cantidades significativas de electricidad y agua, lo que lleva a expertos a preocuparse por el costo ambiental, de salud e incluso ético. Lorena Jaume-Palasi, investigadora especializada en IA y ética, conversa en Café CNN sobre el impacto de esta tecnología de rápido crecimiento.
El impacto ambiental, de salud y ético de la inteligencia artificial

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