La Palma presume de músculo senderista: caminos históricos, bosques de pino canario, barrancos encajonados y cumbres que rozan el cielo. En el corazón de la Caldera de Taburiente , un circo de cumbres de 8 km de diámetro , se esconde la Cascada de Colores , un salto de agua “pintado” por minerales que hoy es parada obligada para montañeros y fotógrafos.

La postal que no es lo que parece: por qué la Cascada de Colores es... "semi" natural

Aunque está en un entorno volcánico salvaje, la cascada nace sobre un muro construido en los años 60 para contener y canalizar el agua de la Caldera. Con el tiempo, las aguas ferruginosas han teñido la pared con ocres y amarillos, mientras el musgo aporta verdes intensos. El resultado depende del caudal: en época seca pierde viveza; con l

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