El padre Pablo Figueroa expresó la tristeza de la parroquia por los acontecimientos en la capilla de la Virgen de San Juan de los Lagos y solicitó a las autoridades garantizar la paz en las celebraciones religiosas

San Miguel de Allende, Gto.- La parroquia de San Antonio de Padua vive momentos de profunda tristeza por los acontecimientos ocurridos en la capilla de la Santísima Virgen de San Juan de los Lagos en la colonia de El Malanquín, donde personas armadas irrumpieron en plena festividad patronal y provocaron violencia que cobró la vida de tres personas y dejó a otros heridos.

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El párroco Pablo Figueroa señaló que la comunidad estaba reunida con alegría tras la misa, el rosario, las procesiones y la convivencia con música y alimentos, cuando

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