"Pues llegó el fuego cerca de casa, nos llegó; se nos quema el paraíso". Es el lamento de ganadera asturiana Lucía Velasco desde Perlunes (Somiedo), un pueblo que esta tarde se quedó a escasos metros de las llamas de uno de los incendios que afectan al concejo. El fuego, que se propagó desde Gúa y Caunedo, fue provocado desde esas localidades por la mano del hombre.

Los habitantes de este pequeño pueblo llegaron a temer por sus casas debido a la proximidad del fuego. "Las llamas imponían", explica Velasco, que tuvo que desplazar a diez vacas de uno de los pastos. Afortunadamente, los bomberos, ayudados por tres helicópteros, pudieron contener el incendio, que tras una hora está "prácticamente controlado", sin peligro para las casas del pueblo.

La situación en el Principado, con numerosos

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