Sopló el viento de terral que nos quitó de sudar y casi de ver torear prácticamente hasta el cuarto. Volaban los trastos, impidiendo el cite, dejando a los toreros al descubierto y tapando la verdadera condición del toro que no sabía hacia qué embestir. Desnudos frente al tiempo, Daniel Luque logró cortar una oreja; pero la faena importante llegó en el quinto , más feo de hechuras, al que desorejó. Salvando las distancias, nos recordó a David de Miranda, también torero de puerta grande en el día anterior. Otra oreja paseó Juan Ortega en el tercero en una labor en la que predominó el temple.
Tuvo la faena de dos orejas de Luque toreo caro y toreo de valor, imprimiendo profundidad al muletazo o gallardía en el cite. Había realizado un quite Juan Ortega por chicuelinas, adueñándose de l