Tijuana, 20 de agosto.- La pobreza en México disminuyó desde 2018, pero la desigualdad estructural persiste. El 1 por ciento de la población más rica acapara el 35 por ciento de los ingresos totales del país, mientras el 10 por ciento con mayores carencias percibe apenas 2 por ciento, revela un análisis de Oxfam México y el Instituto de Estudios sobre la Desigualdad (Indesig).
Esta brecha va en cascada. Los ingresos de las personas encumbradas en el 1 por ciento más rico son 442 superiores al del 10 por ciento de la población con menores entradas monetarias y en gran medida se debe a que los recursos de ambos crecieron en la misma proporción, de acuerdo con la revisión que ambas organizaciones hicieron a la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (Enigh).
Mientras los hogares