Las temporadas bajas representan un reto para muchos negocios, ya que la demanda suele disminuir de forma considerable. Aun así, existen múltiples estrategias que permiten mantener el flujo de ingresos y aprovechar esos momentos para fidelizar clientes, ajustar procesos y posicionar la marca con más fuerza. No se trata solo de sobrevivir, sino de utilizar la temporada baja como una oportunidad de crecimiento silencioso.
La planificación es clave para resistir y destacar en épocas de menor movimiento. Tener claro cuándo bajan las ventas según el rubro es esencial para anticiparse con acciones concretas. Por ejemplo, si se trata de un negocio de artículos escolares, el bache suele ser entre octubre y diciembre; si es de turismo local, puede bajar entre febrero y abril. Con esta información,