En un giro que podría hacer sonrojar a los ingenieros más creativos de Hollywood, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha anunciado que pintará de negro el muro fronterizo con México. ¿El objetivo? Hacer que la estructura se caliente tanto bajo el sol del desierto que escalarla sea como intentar trepar por una sartén en plena barbacoa texana.

Sí, has leído bien: no se trata de un chiste de mal gusto en una cena familiar, sino de una propuesta real, cortesía del presidente Donald Trump, quien, según su secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, insistió personalmente en esta medida "innovadora".

Imaginemos la escena: migrantes agotados, con el sol azotando sin piedad, acercándose a un muro que ahora no sólo es alto, sino que también promete quemaduras de segundo gra

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