Las remesas siguen consolidándose como uno de los motores financieros más estables para Colombia. En julio, los trabajadores en el exterior enviaron al país USD1.428 millones, cifra que confirma la tendencia de superar los USD1.000 millones mes a mes. Estos recursos, que se destinan principalmente al consumo y al sostenimiento de familias, se convirtieron en un factor clave para amortiguar la desaceleración en otros frentes de la economía nacional.

Mientras tanto, la inversión extranjera directa (IED) muestra un panorama menos alentador. Aunque julio cerró con un leve repunte —USD907 millones, un 2,5% más que en el mismo mes de 2024—, el balance del año continúa en rojo. Entre enero y julio de 2025 el país recibió USD5.750 millones, lo que significa una caída del 21% frente al mismo peri

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