Luego del descarrilamiento del Tren Maya ocurrido el pasado martes en la estación Izamal, el Gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez Salinas, expresó su postura crítica hacia este megaproyecto federal del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, señalando que representó una prioridad mal enfocada del gobierno anterior y una fuerte carga presupuestal para los estados.

"Puedo opinar que antes de haber hecho ese proyecto, creo que había otras muchas prioridades que atender en el país", declaró el mandatario estatal, quien lamentó que inversiones como la del Tren Maya, que costó alrededor de 400 mil millones de pesos, hayan absorbido recursos que podrían haberse distribuido equitativamente en las entidades federativas.

Jiménez Salinas señaló que Coahuila, entre otros estados, subsidió indirect

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