La administración de Donald Trump acaba de poner una nueva y polémica arista al proceso para obtener la ciudadanía estadounidense. Esta semana, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés) anunció la implementación de una nueva regla bajo la cual los aspirantes a la naturalización deberán demostrar que poseen “buen carácter moral”, como ha sido requisito histórico, sino también probar que han realizado “contribuciones positivas” a la sociedad.

El documento señala que los oficiales de inmigración deberán evaluar de manera “rigurosa, holística y comprensiva” aspectos como la participación comunitaria, los logros educativos o profesionales, la responsabilidad financiera y los lazos familiares en Estados Unidos. Las decisiones, recalca el texto,

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