La maquinaria recaudatoria se prepara para un nuevo ajuste que afectará directamente a los ciudadanos. Hacienda necesita demostrar a Bruselas que España es capaz de aumentar de manera estructural sus ingresos para contener el déficit público. Y la forma más rápida de hacerlo pasa por reducir las deducciones fiscales que hasta ahora aliviaban el bolsillo de familias y empresas.
“Muchas de las deducciones del sistema tributario que hasta ahora nos hacían pagar menos impuestos podrían reducirse o incluso desaparecer”, explicaba Victoria Ballesteros en su análisis. Se trata de un movimiento que, aunque generará una inyección directa a las arcas del Estado, también reabre el debate sobre si después esos recursos deben canalizarse hacia sectores vulnerables. En palabras del profesor Javier