A la hora de viajar por carretera, la planeación es algo casi que obligatorio para saber cuánto dinero se gastará en peajes y combustibles, en qué lugares se pueden hacer paradas para comer e ir al baño y en qué puntos se puede reabastecer gasolina o energía.
En este sentido, los desplazamientos en vehículos con motores a combustión han sido, por años, los más comunes y sobre los cuales se ha sostenido el turismo y el transporte terrestre; sin embargo, la aparición de nuevas tecnologías ha hecho que esta vieja costumbre tenga algunos sobresaltos por cuenta de la falta de infraestructura para soportar a los carros eléctricos.
Si bien la transición hacia una nueva movilidad viene abriéndose camino en un mercado dominado por los combustibles fósiles, aún le falta para ser la primera opción