La fría noche de Avellaneda se tornó en una pesadilla para quienes asistieron al estadio Libertadores de América – Ricardo Bochini. Lo que debía ser una fiesta futbolística se transformó en un escenario de violencia y caos, con escenas que conmocionaron a todos los presentes.
Familias enteras vivieron momentos de terror: padres abrazaban a sus hijos entre lágrimas, mientras otros corrían desesperados buscando salidas que permanecían cerradas. El miedo y la desesperación se reflejaban en rostros desencajados, ojos vidriosos y gritos que fueron ahogados por las sirenas de ambulancias y el sonido ensordecedor del pánico.
La tensión se percibía desde antes del inicio del encuentro. Los hinchas de Universidad de Chile, que ocuparon la tribuna Pavoni alta con más de 2.500 entradas vendidas par