La contaminación lumínica está adelantando el inicio del día y retrasando la llegada de la noche para las aves con impactos inesperados
En las zonas más iluminadas del planeta, en su mayoría ciudades, los pájaros cantan hasta una hora más que en las áreas libres de contaminación lumínica . El dato, publicado en la revista Science , es uno de los resultados de una investigación con millones de trinos de centenares de especies. Esto supone que las aves empiezan su actividad diurna antes y descansan más tarde, quizá percibiendo que los días son más largos. El adelanto del inicio de sus vocalizaciones al alba y que sigan trinando cuando ya se ha ido el sol podría estar afectando a aspectos de su vida tan básicos como la reproducción, la exposición a los depredadores o sus migraciones.