El duelo entre Independiente y Universidad de Chile por la Copa Sudamericana , disputado la noche del miércoles 20 de agosto en Avellaneda , se convirtió en escenario de violencia extrema que obligó a la suspensión definitiva del encuentro.

Lo que comenzó como un partido parejo, con empate 1-1 al descanso , derivó en enfrentamientos entre hinchas, intervención de las barras bravas y un saldo que incluyó heridos de gravedad, decenas de detenidos y la intervención inmediata de las autoridades deportivas y políticas.

Los hechos se desencadenaron apenas iniciado el segundo tiempo. Hinchas visitantes arrojaron objetos desde la bandeja superior, incluyendo palos, partes de sanitarios y bombas de estruendo, lo que generó un clima de tensión insostenible.

Violencia en las tribunas

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