Desde que Donald Trump llegara a la Casa Blanca el pasado mes de enero, los europeos han optado por una política de apaciguamiento para tratar de preservar las relaciones transatlánticas . Una política que pasa desde por aceptar un mal acuerdo comercial, hasta asumir un incremento sustancial del gasto en defensa , o renunciar a una silla en la mesa de negociaciones , para garantizar el apoyo a Ucrania y la seguridad de Europa .

Desde Bruselas, que Trump haya coordinado su posición con sus aliados europeos antes de reunirse con Putin, y les haya recibido después en la Casa Blanca junto al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, tras de meses de desplantes, se ve como una victoria . Como un cambio sustancial en la dinámica de las relaciones entre Europa y Estados Unid

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