Un aviso inesperado ha sacudido la rutina del aeropuerto internacional Alejandro Velasco Astete de Cusco. Las alarmas de seguridad se activaron tras la presunta presencia de un artefacto explosivo en un avión de Latam que cubría la ruta Cusco–Lima. Este incidente ocurrió alrededor de las 2 p.m., generando una rápida movilización de diversas divisiones policiales y creando tensión entre los pasajeros.

Desde los primeros minutos de la alerta, se notó un intenso movimiento de agentes en la pista. La Policía de Tránsito, efectivos de la comisaría del aeropuerto, personal de criminalística y miembros de la Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX) llegaron al lugar para verificar la situación. El vuelo 2025, donde se reportó la amenaza, fue trasladado a un área alterna, aislada de la terminal principal.

A pesar de la alarma, los pasajeros continuaron sus desplazamientos sin mayores contratiempos. Los counters operaban con normalidad y los vuelos programados mantenían su itinerario habitual. Sin embargo, la atención se centraba en la aeronave intervenida, que estaba bajo la inspección de equipos especializados siguiendo el protocolo establecido para este tipo de emergencias.

La alerta se originó a partir del aviso de un pasajero que mencionó la existencia de una bomba en el interior del avión. Esta declaración fue suficiente para que la seguridad del aeropuerto notificara a la Policía Nacional. El general Julio Becerra, jefe de la Región Policial, llegó al lugar y asumió el mando de las operaciones.

El operativo incluyó la llegada de patrulleros, ambulancias del SAMU y unidades privadas, preparadas para atender cualquier eventualidad. Además, agentes de la Subunidad de Acciones Tácticas (SUAT) aseguraron los accesos al terminal aéreo. La situación se mantiene en desarrollo mientras las autoridades continúan con las investigaciones.