En Ibagué vive Fabiola Rey, una mujer que desde hace 28 años aprendió a ser cuidadora y a transformar el dolor en fuerza, y la adversidad en esperanza, a través de una palabra que pocos dimensionan: ‘CUIDAR’.

Fabiola tenía apenas 27 años y ya era mamá de dos niñas, cuando le tocó enfrentarse a un reto que no esperaba: convertirse en cuidadora de su segunda hija, Estefanía, quien nació en medio de diagnósticos difíciles, hospitales y convulsiones diarias.

La vida le exigió convertirse en madre, enfermera, terapeuta y abogada al mismo tiempo. Estefanía fue diagnosticada con encefalopatía metabólica mitocondrial, una condición rara que trajo consigo con el tiempo ceguera, dificultades para tragar, epilepsia y parálisis cerebral. A los cinco años ya no podía ver y a diario convulsionaba hast

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