El cáncer de hígado sigue siendo uno de los problemas de salud global más desafiantes debido a su comportamiento biológico agresivo y su mal pronóstico. Su crecientes incidencia, así como sus altas tasas de mortalidad, han sido bien documentadas en estudios mundiales recientes, lo que subraya su gran relevancia en salud pública. A pesar de los avances en imagenología médica y tratamiento el diagnóstico tardío de esta neoplasia continúa minando los resultados de sobrevida.
Las investigaciones epidemiológicas revelan que el cáncer de hígado ocupa un lugar destacado entre las principales causas de mortalidad por cáncer en todo el mundo, con marcadas diferencias regionales en incidencia y desenlaces. Existen disparidades sustanciales entre zonas de alta endemicidad —a menudo asociadas con inf