El turismo en España durante el verano se suele resumir en playa. Es decir, son cientos de personas los que buscan un destino en las costas de nuestro país para pasar sus vacaciones. Un oasis donde despejarse de la rutina y poder refrescarse. Sin embargo, no son los únicos remansos de paz que encontramos en el territorio. Las piscinas naturales se han convertido en un refugio ideal para los que quieren escapar del calor teniendo un contacto directo con la naturaleza. La gran mayoría de ellas nacen gracias a río, manantiales o el propio mar, ofreciendo agua fresca y unos paisajes únicos lejos del alboroto de las playas masificadas.
Es en el norte del país donde se encuentran algunos de estos enclaves. Galicia es una de las zonas en las que te pueden perder disfrutando de una buena cantidad