Cuando el miércoles de la semana pasada la Secretaría de Finanzas anunció que en la licitación de $ 15 billones sólo pudo refinanciar el 61% de lo que vencía y que tuvo que pagar tasas que duplicaban largamente a la inflación prevista para los próximos meses, hubo tres horas en las que los operadores financieros y de los bancos contuvieron el aliento .

Quedaban billones de pesos disponibles en el mercado mientras el Gobierno seguía luchando por domar la liquidez que había liberado con el desarme de las LEFI y que habían ido a una mayor demanda de dólares. La sombra de un nuevo repunte del tipo de cambio volvía a oscurecer la meta más preciada del Gobierno la del sostén a cal y canto de los niveles de inflación.

Con la incertidumbre a cuestas, un grupo de economistas y analistas busc

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