Adorado por algunas culturas, considerado afrodisíaco por otras, codiciado por todos, el cacao florece en Puerto Rico .
No solo es una delicia para todos los paladares sin importar su nivel de sofisticación, si no también una industria que puja por convertirse en un ejemplo de autosuficiencia agrícola en el País. Pero además, los secretos que encierra el cacao desde que brota en los árboles hasta que se procesa generando una gamma de productos derivados, atrae a miles de personas convirtiendo las fincas y haciendas que se dedican a este cultivo en un nicho para el turismo agroecológico.
Las bondades del clima caribeño hacen de Puerto Rico un país ideal para la producción de cacao los 365 días del año y gracias a ello va en aumento el número de fincas que crean la ‘Ruta del Cacao’, las