“Me acuerdo de que estábamos una tarde con Julián (Kartún) y agarré una guitarra de mi hermano. Empecé a tocar unos acordes, y Juli empezó a improvisar. Grabamos con un viejo microfonito de computadora. Y como siempre, Juli hizo las cosas en una toma. Le salió toda la letra tan hermosamente nostálgica y descriptiva. Con ese toque absurdo…”, escribió en su cuenta de Instagram Santiago Martínez, horas después de finalizar el concierto de El Kuelgue, el pasado sábado, en el Movistar Arena.
Y debajo añadió: “Más de 20 años después, haberla cantado en un Movistar repleto fue una reivindicación de eso que siempre hicimos como un juego”.
Con la emoción del acontecimiento, el tecladista y compositor resumió en una foto y en pocas líneas la esencia que todavía mantiene la banda, aún con el éxito