Aunque se vista de cordero, lo siguen viendo como un lobo.

El presidente Donald Trump está en plena misión como pacificador global. No solo aspira al Nobel de la paz, sino que, en una de sus últimas confesiones en la Fox, reconoció que lo que verdaderamente ansía es ganarse el cielo en la otra vida.

Dentro de lo poco pacifista que resulta ordenar al Pentágono el envío de tres buques de guerra a aguas del Caribe (4.000 soldados) para en principio interceptar los carteles de la droga, la proximidad de sus operaciones con Venezuela causaron la reacción del presidente Nicolás Maduro por una posible “invasión”. Maduro sabe del rédito que pueda sacar con la alerta de una agresión “del imperialismo”.

Países de la zona y el Gobierno de China advierten a EE.UU. contra la violación de la sobera

See Full Page