Hace años vi una película titulada: Nada es para siempre, donde el actor principal resultó ser un joven Brad Pitt. En aquel tiempo me impactó su calidad histriónica, pues hasta entonces lo consideraba sólo un sex simbol de la industria cinematográfica. Escuché una entrevista del citado personaje, donde hablaba sobre su criterio para seleccionar sus papeles, buscando girar 180 grados en su siguiente interpretación, es decir, probarse que podía hacer algo diferente en cada película. Esa filosofía me pareció sumamente útil para adoptarla en la vida diaria.
Considero que la flexibilidad o capacidad de adaptación a los nuevos retos es una herramienta efectiva para sortear la vida. Las personas podemos enfrentar estos cambios mediante el aprendizaje continuo.
Estando en Canadá he observado muc