Remando contra la corriente, denuncian el negociado que hay detrás de la ideología transgénero, cuestionan a los psicólogos “afirmativos” que tras una sola consulta impulsan a la persona a la hormonación, y cuentan cómo el colectivo trans les dio la espalda cuando empezaron a cuestionar sus dogmas.
Karen Quiñones es colombiana, tiene 36 años. En su adolescencia, tomó contacto con la comunidad LBGT y a los 22, luego de una sola consulta psiquiátrica, comenzó a inyectarse hormonas para convertirse en Tomás, una etapa que duró 7 años. Actualmente es una detransicionada , pero sigue padeciendo los efectos adversos del tratamiento.
Nael Condell es un varón trans. Nació en Chile como mujer biológica hace 38 años, pero inició una “terapia de reasignación de sexo” a los 21 años y des