Harakiri (1962): no hay honor sin humanidad, por A. R. Lombardi Boscán

X: @LOMBARDIBOSCAN

No hay que ser muy sesudo ni mucho menos marxista o historiador para concluir que la historia es un asunto entre los buenos y malos; entre los de arriba y los de abajo; entre los ricos y pobres. Así de sencillo. Que hay matices y zonas grises: obviamente.

Desde la ambigüedad del menosprecio los órdenes sociales se manifiestan como pulcros y normales. En realidad, es una vida social caótica y sólo con destellos de felicidad. El individuo es una pieza anónima de un puzle sin resolución. Razón por la cual la imaginación nos protege de la desgracia.

Para unos pocos es una imaginación creativa y liberadora, para la mayoría, las habas se cuecen dentro de su propia alineación soportando las miserias de

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