Miami. El voto por correo en Estados Unidos nació en el fragor de la Guerra de Secesión, cuando los soldados de la Unión pudieron enviar sus papeletas desde el frente. Desde entonces, pasó de ser una excepción bélica a convertirse en una modalidad clave de participación ciudadana en la Unión Americana. Ahora, el presidente Donald Trump busca acabar con esa práctica, a la que tacha de “fraudulenta”.
El anuncio, sin sustento constitucional, ha provocado un choque de visiones entre estados, expertos, tribunales y votantes estadounidenses que perciben en esa amenaza no solo una maniobra política , sino un intento de socavar la confianza en la democracia .
“Vamos a terminar con el fraude del voto por correo de una vez por todas. Mis abogados ya trabajan en una orden ejecut