Una jornada de playa se convirtió en una angustiosa tarde de búsqueda para una familia checa que había llegado en autobús a Bibione, una localidad costera italiana. Un niño de siete años desapareció tras haber entrado al agua y, durante más de cinco horas, su familia y los equipos de emergencia temieron lo peor.

Los hechos comenzaron cuando el menor, acompañado de su abuela y su hermana, se encontraba disfrutando del día en la zona del Firmamento, cerca de la orilla . Según el testimonio recogido, el niño anunció su intención de darse un baño en el mar con un simple "me voy al agua", pero no regresó. La abuela, al no verle volver, dio la voz de alarma. A partir de ese momento, se desplegó un amplio operativo de búsqueda que incluyó embarcaciones de la Capitanía de Puerto y de la Guar

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