El cambio climático nos está conduciendo a una situación de temperaturas tan extremas que la búsqueda de sistemas alternativos para enfriar las casas es una prioridad. Si nos aferramos solo al aire acondicionado, el gasto energético puede ser carísimo y, a la vez, contraproducente. Por eso, se ha probado, por ejemplo, con opciones como pinturas tan blancas que reflejan la mayor parte de las radiaciones solares que les llegan. Incluso hay pinturas que, a través de un mecanismo similar a la sudoración , extraen el calor del interior de los edificios. Ahora bien, ¿y si no quisiéramos pintar los edificios de blanco? ¿No se podría conseguir algo parecido simplemente con el cemento ?
Esta pregunta se la hizo la investigadora Fengyin Du , quien en ese momento estaba llevando a cabo