Desde que a fines de julio tuvieron lugar una serie de movilizaciones estudiantiles en los principales liceos emblemáticos de la comuna de Santiago, el movimiento se ha expandido también a liceos de Providencia y Ñuñoa, con distintos niveles de intensidad, incluyendo tomas de establecimientos, que en algunos casos han sido desalojados rápidamente por petición de los alcaldes. Los hechos más graves ciertamente han sido las escenas de vandalismo; ayer, por ejemplo, se registró el lanzamiento de más de 30 bombas molotov en las inmediaciones del Instituto Nacional -otra vez los “overoles blancos”-, en tanto que hace unos días un profesor del Internado Nacional Barros Arana fue rociado con combustible, en tanto que un alumno del Lastarria resultó lesionado por la manipulación de artefactos expl

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