Cada vez más personas priorizan la rapidez a la hora de cambiar sus anteojos y optan por ir directamente a la óptica. Sin embargo, esa costumbre puede tener un costo muy alto para la salud ocular : perder la posibilidad de detectar a tiempo enfermedades que, en muchos casos, no presentan síntomas en sus etapas iniciales.

Ante esta situación y en el marco del congreso FacoExtrema, el Consejo Argentino de Oftalmología (CAO) advirtió sobre ese hábito que se hizo más frecuente. Hay que tener en cuenta que enfermedades graves y silenciosas como el glaucoma o la maculopatía solo pueden detectarse a tiempo con un control oftalmológico anual.

“Saltear la revisión de un experto puede significar que nos ahorremos tiempo de pedir turno y asistir para una indicación que parece sencilla, pero a l

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