Phil Knight, el hombre que transformó una pequeña empresa de zapatillas en el gigante global Nike, acaba de protagonizar junto a su esposa Penny un gesto que pasará a la historia de la filantropía moderna. Con una fortuna personal que supera los 35.000 millones de euros, Knight ha decidido donar 2.000 millones de dólares (unos 1.850 millones de euros) al Knight Cancer Institute de la Oregon Health & Science University (OHSU) , el centro que lleva su nombre desde 2008.

Se trata de la donación más grande jamás realizada a una universidad o institución académica en Estados Unidos , una cifra que no sólo refleja la magnitud de su riqueza, sino también la determinación de destinarla a uno de los desafíos médicos más urgentes de nuestro tiempo: la lucha contra el cáncer. La aportación convertirá al instituto en una entidad con recursos y autonomía sin precedentes, capaz de impulsar la investigación científica, la innovación en tratamientos y el cuidado integral de los pacientes.

Este hito no surge de la nada. Durante más de dos décadas, los Knight han cultivado un compromiso filantrópico que ha marcado profundamente el panorama académico y sanitario de Oregón . En 2008 ya habían donado 100 millones de dólares al instituto , y en 2013 lanzaron un reto sin precedentes: aportar 500 millones de dólares si la universidad conseguía recaudar una cantidad equivalente en dos años.

Sin embargo, todo apunta a que el fallecimiento de su hijo Matthew en un accidente durante un donativo humanitario en El Salvador a los 34 años, ha sido un detonante fundamental para alcanzar estas altas cifras en sus donaciones, siempre con el ánimo de ayudar a la humanidad. 

El objetivo se cumplió y permitió financiar proyectos pioneros , consolidando al Knight Cancer Institute como un referente internacional. Ahora, con esta nueva donación, el matrimonio eleva su apoyo total a OHSU a más de 2.600 millones de dólares, y en conjunto con otras iniciativas —como la financiación de la Universidad de Oregón— superan los 4.000 millones entregados a instituciones públicas del estado. La magnitud del anuncio refuerza no sólo la influencia de Knight en la industria deportiva y en la economía de su región natal, sino también su voluntad de dejar un legado duradero en la salud global.

Contexto y antecedentes

Phil Knight, cofundador de Nike , y su esposa Penny han anunciado una donación histórica de 2.000 millones de dólares al Knight Cancer Institute, centro especializado en oncología de la Oregon Health & Science University (OHSU). Se trata del aporte individual más grande registrado en EEUU hacia una universidad o centro académico de salud.

La generosidad de la pareja es parte de una trayectoria filantrópica de largo aliento: En 2008, realizaron una donación de 100 millones de dólares al instituto, que fue renombrado en su honor. En 2013, prometieron 500 millones, condicionados a que OHSU igualara la cifra en dos años. Se logró recaudar 1.000 millones en total, incluyendo fondos estatales y donantes adicionales.

Propósito y alcance de la donación

La donación permitirá:

  • Duplicar la capacidad del centro para tratamiento e investigación oncológica, mejorando la experiencia integral de los pacientes.
  • Proporcionar acceso a recursos como apoyo psicológico, asesoramiento genético y financiero, manejo de síntomas, nutrición, y atención postratamiento.
  • Transformar al instituto en una entidad autónoma , bajo una nueva estructura llamada Knight Cancer Group, con Dr. Brian Druker como presidente inaugural.

Precisamente, el Dr. Druker es reconocido mundialmente por su contribución al desarrollo de Gleevec, un fármaco revolucionario que mejoró drásticamente el pronóstico de pacientes con leucemia mieloide crónica .

Aunque el enfoque de su filantropía es claramente altruista, existen antecedentes personales que podrían resonar como el aliciente principal para las donaciones a la ciencia. Phil Knight perdió a su hijo Matthew en un accidente durante un donativo humanitario en El Salvador: Matthew falleció de un ataque al corazón mientras buceaba en 2004, a los 34 años. Aunque no se vincula explícitamente este hecho a la reciente donación, la historia personal añade una capa emotiva e íntima que puede fortalecer la intención de la familia de ayudar en la lucha contra el cáncer.

La donación de Phil y Penny Knight abre un debate crucial sobre el papel de la filantropía en la ciencia contemporánea. En un momento en el que los presupuestos públicos para la investigación médica se ven amenazados por recortes, la irrupción de capitales privados de tal magnitud puede redefinir las prioridades de la investigación y acelerar descubrimientos que, de otro modo, tardarían décadas en llegar.

Sin embargo, también plantea preguntas incómodas sobre la dependencia de la salud pública respecto a la generosidad de millonarios y sobre quién define, en última instancia, las áreas estratégicas de avance científico. Lo que resulta indiscutible es que aportes como el de los Knight tienen el potencial de remodelar el panorama global de la lucha contra el cáncer, ofreciendo esperanza a millones de pacientes y marcando un precedente en la relación entre riqueza privada y bien común.