A estas alturas de la elección judicial se han revelado las fallas de dicho proceso electoral: lo que tendrá que mejorar, lo que deberá mantenerse y lo que, definitivamente, habrá de erradicarse de las reglas de este concurso, al ser la primera experiencia en este tipo de elecciones.
Más allá de lo político y de las injerencias que hubo —y que fueron determinantes para los resultados—, existe un conflicto jurídico, de derechos humanos y de discriminación que se generó en esta elección judicial histórica y que ha sido, y sigue siendo, abordado por los tribunales electorales, con repercusiones para este proceso y los que vengan.
Uno de esos aspectos pasa por el tema de la paridad de género, cuyo análisis y controversia ya “tumbó” a algunos candidatos que habían “ganado” su elección. Varios