Por: Jesús Santander
Siento una profunda indignación al observar cómo se vulneran los derechos humanos de nuestros compatriotas venezolanos en los Estados Unidos de América. La persecución, la detención arbitraria y el traslado a campos de concentración en El Salvador son realidades que no podemos ignorar.
Hablar de migrantes no es hablar de delincuentes. Muchos de nuestros compatriotas han dejado su hogar en busca del llamado sueño americano, pero lo que están viviendo es una verdadera pesadilla. Se enfrentan al temor constante de ser arrestados simplemente por el hecho de ser venezolanos. Esta situación no solo es injusta, sino que también es profundamente deshumanizante.
El gobierno de Venezuela, a través de la voz del presidente Nicolás Maduro, ha denunciado enérgicamente esta perse