Mercedes Benz y BMW, dos gigantes rivales de la industria automotriz, exploran una alianza para que la primera use los motores de gasolina de la segunda en sus modelos híbridos.

El mundo automotriz vive una transformación vertiginosa y ante la demanda por debajo de lo esperado de vehículos eléctricos puros, los fabricantes están replanteando sus estrategias. Una de ellas, este posible acuerdo entre adversarios eternos.

Mercedes Benz está en conversaciones avanzadas para incorporar los propulsores de cuatro cilindros producidos por BMW y destinarlos a sus futuras versiones híbridas enchufables y combustión, incluyendo modelos como el nuevo CLA o incluso la próxima variante del Clase G.

¿Qué motor sería? Las versiones apuntan hacia el B58 de cuatro cilindros y 2.0 litros, que se utiliza e

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