
Si hay un plato que resume el sabor de Galicia en una sola cazuela , son las almejas a la marinera. Cada vez que las preparo me viene a la memoria una comida familiar, con la mesa llena de pan para mojar y el olor a mar llenando la cocina. Lo bonito de esta receta es que no necesita grandes complicaciones: basta con buenos ingredientes, un poco de paciencia y algunos trucos que los gallegos guardan como oro en paño.
Ingredientes imprescindibles para unas almejas a la marinera auténticas
Lo primero de todo es asegurarse de que las almejas sean frescas. Sin eso, no hay receta que valga. Aquí tienes lo que necesitas:
Un consejo: antes de cocinarlas, pon las almejas en agua con sal durante un par de horas para que suelten la arena. Ese paso marca la diferencia.
El secreto gallego para que la salsa quede perfecta
La salsa es lo que convierte unas simples almejas en un plato de fiesta. El truco gallego está en pochar la cebolla muy despacio , sin prisas, hasta que quede suave y dulce. Después se suma el ajo, la harina y el pimentón. Ese fondo, junto con el vino blanco, se transforma en una salsa que pide pan a gritos.
El otro secreto es la cocción: las almejas deben abrirse justo en ese punto en el que aún están jugosas. Ni un minuto más.
Paso a paso: cómo preparar almejas a la marinera sin complicaciones
- Lava bien las almejas y descarta las que estén rotas.
- En una cazuela, sofríe la cebolla picada con aceite de oliva. Hazlo a fuego lento, sin prisas.
- Añade el ajo picado, la harina y el pimentón . Remueve rápido para que no se queme.
- Incorpora el vino blanco y deja que hierva un par de minutos para que pierda el alcohol.
- Agrega las almejas , tapa la cazuela y deja que se abran con el vapor.
- Termina con perejil fresco picado y sírvelas de inmediato.
Trucos y consejos para que tus almejas triunfen en cualquier comida
- Usa buen vino : no hace falta que sea caro, pero sí decente. El sabor de la salsa depende mucho de él.
- Ten pan a mano : la salsa está tan rica que sería un pecado no aprovecharla.
- Nada de sobrecocer: en cuanto las almejas se abran, apaga el fuego.
- Adelanta trabajo: la base de la salsa puedes tenerla lista horas antes; solo añade las almejas al final.
En resumen, las almejas a la marinera son un plato sencillo que, cuando se hace con mimo, sabe a mar, a Galicia y a celebración. Y lo mejor: no hace falta ser un chef para bordarlas, solo seguir el paso a paso y disfrutar del proceso.