Por un lado, la innovación tecnológica continúa avanzando, trayendo nuevas formas de jugar, mirar e interactuar. Por otro lado, el coste de este acceso aumenta, creando desafíos para los consumidores que buscan equilibrar presupuesto y ocio. La reciente decisión de Sony de aumentar el precio oficial de la PlayStation 5 en Estados Unidos es solo otra señal de cómo la economía global impacta directamente en el mercado del entretenimiento.

Mientras que la consola estándar cuesta ahora 549 dólares y la versión Pro supera los 700, la comparación con competidores como la Nintendo Switch 2 o incluso el modelo OLED muestra cómo el precio se ha convertido en un factor decisivo en la elección del consumidor. Esta realidad plantea una pregunta central: ¿cómo mantener el acceso al ocio digital en un

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