El hallazgo de Diego Spagnuolo en un country de Pilar, sumado al secuestro de su celular por orden judicial, desató un temblor político. En Casa Rosada nadie salió a respaldarlo: compiten por tomar distancia del hombre que hasta hace poco frecuentaba la quinta de Olivos como uno de los funcionarios más cercanos a Javier Milei.
En el Gobierno lo tildan ahora de ‘mitómano’ e ‘incapaz’, pese a que hasta hace pocas semanas era uno de los visitantes más frecuentes de la quinta de Olivos.
Audios que incomodan
La filtración de grabaciones en las que Spagnuolo se atribuye un rol central en presuntas maniobras de corrupción abrió una crisis interna. La difusión de ese material se convirtió en un arma de fuego amigo: sectores del oficialismo apuntan a los diputados disidentes agrupados en el bloq