Europa se conjuró hace poco más de cinco años para abandonar los combustibles fósiles. El objetivo era apagar la energía nuclear, dejar el gas y ... centrar la generación en las renovables y el hidrógeno para avanzar en la descarbonización . La invasión rusa de Ucrania que hiere el corazón del continente desde 2022 y un avance más lento de lo previsto de las energías verdes han impuesto, en cambio, otra realidad: el gas sigue siendo una necesidad sobre la que se cose la dependencia de la Unión Europea (UE).

De hecho, ese conflicto bélico hizo que la planta gasista de El Musel , inactiva desde su construcción y durante más de una década, se pusiera en marcha a mediados de 2023 para contribuir a la seguridad de suministro. Su papel venía a ser el de una suerte de gasoducto virtual pa

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