Hacía menos de diez días que Diana Marcela Sánchez Galindo, de 30 años, se había cruzado en el camino de la existencia con quien terminaría siendo su asesino.
Un amigo cercano relató que Diana Marcela, madre de cuatro hijos, le contó que apenas conoció a ‘Ronald’ el pasado 7 de agosto. Tal vez hubo un asomo de ‘química’, una chispa de curiosidad, un gusto ligero, pero —según le dijo ella misma— no había una intención clara de involucrarse en una relación. Quizá pensaba más en la responsabilidad de luchar por sus cuatro muchachitos que en arriesgarse a un romance. Había demasiado por quienes vivir.
Diana fue clara en afirmar que no quería involucrarse sentimentalmente con ese hombre porque —dijo— “no se sentía segura”. Esa resistencia, ese rechazo silencioso, habría incomodado a aquel ‘ex