Cosas que pasan Alfonso Ussía
El cojo
Los cojos no son gente de buen humor y palabra amable, y en el día de mi muerte, prefiero un largo Purgatorio, que ingresar en la residencia de cojos recientemente construida en el Cielo sobre la segunda nube naranja del ocaso. Al menos, en el purgatorio, me encontraré con muchos amigos
En mi nueva versión de inválido, de cojo sin experiencia, y a pesar de lo cuidadísimo que estoy por mi mujer, mi familia, y una enfermera colombiana que me está enseñando el colombiano con gran maestría, a pesar de mis médicos, los doctores Hornedo, Casanova y Ricardo, me considero un inútil total. Colisiono con las puertas en mis breves desplazamientos, me rasguño las manos que intentan pasar por donde no hay espacio, y ayer, por consultar un libro de la bibliotec