Es cuestión de tiempo que las empresas que no logran adaptarse a las nuevas tendencias de la sociedad enfrenten cierres inevitables. Sin embargo, cuando se trata de sectores como la moda o la gastronomía , el riesgo se intensifica aún más.
En estos mercados, la inmediatez de los cambios y la constante evolución de los gustos de los consumidores obligan a los negocios a una adaptación permanente . La supervivencia depende de la capacidad de innovar y ajustar rápidamente sus estrategias frente a nuevas demandas.
Un ejemplo reciente es el de una conocida cadena italiana de comida que se enfrenta a la posibilidad de cerrar sus puertas . La compañía se declaró en bancarrota bajo el Capítulo 11 el pasado 18 de agosto, con el objetivo de "mejorar su situación financiera con la